Oración a San José de Cupertino: Novena
La Novena de San José de Cupertino: Un camino de fe y esperanza para aquellos en busca de ayuda divina en momentos de dificultad académica. Descubre cómo la intercesión de este santo patrono de los estudiantes ha transformado vidas y brindado inspiración a través de siglos de devoción y plegarias fervorosas.
Primer Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma. Amén.
Primer Día:
Máxima: “El que tiene fe es señor del mundo.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, espejo de fe, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma. Amén.
Segundo Día:
Máxima: “Quien tiene esperanza en todo lugar, no hace poco.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, espejo de esperanza, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tercer Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Tercer Día:
Máxima: “Todo se debe hacer para volver propicia la misericordia divina hacia el prójimo.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, fuente de caridad, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuarto Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirijimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Cuarto Día:
Máxima: “En cualquier tentación, no confiéis nunca en vosotros mismos; mas levantando la mirada al Crucifijo, apoyaos enteramente en el Salvador, y luego nada, temáis, que Dios no dejaré de seros fiel si vosotros permanecéis con El.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, modelo de humildad, ruega por mi.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quinto Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirijimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Quinto Día:
Máxima: “La obediencia es el más eficaz exorcismo contra el demonio.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, modelo de prudencia, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sexto Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Sexto Día:
Máxima: “Quien tiene paciencia en todo lugar, no hace poco.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, modelo de paciencia, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Séptimo Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor:
Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Séptimo Día:
Máxima: “Los santos no se hacen en el Paraíso, sino en la tierra, por donde es necesario padecer en este mundo para poder gozar del Paraíso.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, ejemplo de penitencia, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Octavo Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor:
Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Octavo Día:
Máxima: “Refugio de pecadores, Madre de Dios, acuérdate de mi.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, tesoro de gracia, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Noveno Día de la Novena a San José de Cupertino
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Oración Inicial
Gloriosísimo San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, no desprecies las súplicas que te dirigimos implorando tu auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcánzame del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma.
Amén.
Noveno Día:
Máxima: “Siendo tú creado para amar y servir a Dios, te será pedida cuenta de si has amado a tu Creador.”
Jaculatoria: San José de Cupertino, hoguera de amor de Dios, ruega por mí.
(Meditar la Máxima y la Jaculatoria)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oración Final
Amable protector mío, San José de Cupertino, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Tú que fuiste singularmente favorecido por Dios para superar las dificultades del estudio y de las preocupaciones de los exámenes, implora al Espíritu Santo que ilumine mi mente y fortalezca mi memoria en la búsqueda de su verdad y la sabiduría. Ayúdame especialmente en los momentos decisivos de todo tipo de prueba, protégeme del olvido y la ansiedad inquietante que a menudo me afectan.
Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¿Por qué deberíamos rezar la novena a San José de Cupertino?
La novena a San José de Cupertino es una práctica espiritual significativa para aquellos que buscan la ayuda divina en su vida académica. San José de Cupertino es considerado el santo patrono de los estudiantes y su intercesión puede brindar fortaleza, inspiración y claridad en los estudios. Además, rezar la novena nos conecta con la fe y nos ayuda a mantener una actitud positiva durante los desafíos académicos.
¿Cómo hacer la novena a San José de Cupertino?
Realizar la novena a San José de Cupertino implica rezar la oración mencionada anteriormente durante nueve días consecutivos. Puedes elegir un momento especial del día para recitar la oración, como por ejemplo, al despertar o antes de acostarte. Es importante mantener la concentración y la fe durante estos nueve días, manteniendo presente la intención y la petición que deseas presentar a San José de Cupertino.
Para qué sirve la novena de San José de Cupertino
La novena de San José de Cupertino es una forma de buscar la intercesión divina para superar los desafíos académicos. Al realizar esta novena, estamos invocando la ayuda de San José de Cupertino para obtener sabiduría, claridad mental y éxito en nuestros estudios. Además, la novena también puede ser realizada por aquellos que buscan encontrar soluciones a problemas relacionados con exámenes, entrevistas o cualquier otra situación que requiera un rendimiento académico óptimo.
¿Funciona la novena a San José de Cupertino?
La efectividad de la novena a San José de Cupertino depende de nuestra fe y disposición de corazón al rezarla. Si nos acercamos a la novena con una actitud de confianza y devoción, y la realizamos con fe y perseverancia, podemos experimentar sus beneficios. San José de Cupertino es conocido por su intercesión en asuntos académicos y muchos creyentes han encontrado consuelo, fortaleza y éxito a través de esta poderosa novena.
Beneficios de la novena a San José de Cupertino
La novena a San José de Cupertino puede brindarnos varios beneficios. Algunos de ellos incluyen:
- Obtener claridad mental y concentración durante los estudios.
- Aliviar el estrés y la ansiedad relacionados con los exámenes y las evaluaciones académicas.
- Recibir inspiración y motivación para alcanzar nuestros objetivos educativos.
- Experimentar un mayor sentido de propósito y dirección en nuestra vida académica.
- Encontrar soluciones a problemas y desafíos académicos.
¿Cómo obtener los mejores resultados?
Para obtener los mejores resultados al realizar la novena a San José de Cupertino, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Rezar con fe y confianza en la intercesión de San José de Cupertino.
- Mantener una actitud positiva y abierta hacia las oportunidades de crecimiento académico.
- Perseverar en la oración durante los nueve días de la novena.
- Acompañar la novena con un esfuerzo personal en los estudios y la preparación académica.
¿Por qué es importante rezar la novena a San José de Cupertino?
Rezar la novena a San José de Cupertino es importante porque nos conecta con nuestra fe y nos brinda consuelo y fortaleza en momentos de dificultad académica. Esta práctica espiritual nos ayuda a recordar que no estamos solos en nuestros desafíos y que podemos confiar en la intercesión divina para recibir ayuda y orientación en nuestra vida académica.
¿Cómo utilizar correctamente la novena a San José de Cupertino?
Para utilizar correctamente la novena a San José de Cupertino, es importante seguir estos pasos:
- Elige un momento y lugar tranquilo para rezar la oración.
- Enfócate en tu intención y petición mientras recitas la oración a San José de Cupertino.
- Repite la oración durante nueve días consecutivos, manteniendo la fe y la concentración.
- Permite que la gracia y la sabiduría de San José de Cupertino guíen tu camino académico.
Un compromiso de gratitud
Al rezar la novena a San José de Cupertino, también es importante hacer un compromiso de gratitud. Puedes expresar tu agradecimiento por adelantado y prometer ofrecer algo en agradecimiento por la intercesión y los beneficios recibidos. Esto puede ser un gesto simbólico, como una donación a una organización benéfica o un acto de servicio hacia los demás.
Pensamientos finales
La novena a San José de Cupertino es una poderosa herramienta espiritual para aquellos que buscan apoyo en su vida académica. Rezar esta novena nos conecta con la fe, nos brinda consuelo y nos permite encontrar inspiración y fortaleza en nuestros estudios. Recuerda, la efectividad de la novena depende de nuestra fe y disposición de corazón. Si rezamos con devoción y confianza, podemos experimentar los beneficios de la intercesión de San José de Cupertino en nuestra vida académica.